domingo, 21 de diciembre de 2008

Estaciones.




ESTACIONES


Hay invierno que me tocas hasta los huesos ateridos,
vienes a despertar mis consonantes friolentas,
goteas como fardos esparcidos sin descanso,
pero en fin eres ola vigorosa del campo y de la vida.

Hay otoño que me sacas del invierno a la luz,
eres camino de las hojas que se caen como nubes,
vas llegando y trayendo mariposas de colores,
eres brisa que me arropas con su manto.


Hay verano, desde el sol que suspira desde arriba,
hasta mis venas que surten temas a nuestra tierra,
que da frutos pasionales, en el alma de nosotros,
y caricia a toda la gente que espera de sus rayos.

Hay primavera que me das el sol casi asomando,
eres bella con las flores de colores que suspiran mil amores,
y te asomas como viento alborozado de alegrías,
porque traes delicias en tu aroma que produces.

Hay primavera que me das callada tu belleza,
son también las bellas flores que caminan por las calles bullangueras,
son los nombres de todas ellas uniformadas de siluetas,
cada día nos sorprendes con tu amor y tu romance hecha flor.

Solo en ti primavera, confió el delirio de este mundo,
solo voy al alcance de tus ciruelos hechos miel,
solo el alba que me traes ya es suficiente para mi,
solo digo que me quedo contigo y una flor en el pecho de este mundo.

Magno González Arrascue

sábado, 6 de diciembre de 2008

Tinieblas


TINIEBLAS


En las tinieblas de una patria ausente,
que se desgrana en sus dolores diarios,
con la osadía de palabras turbias,
en los cordeles, de los títeres bailando.

Entonces, están con su pus caminando,
ya infectos desde sus miserias luengas,
vomitando espesos decretos nauseabundos,
para saciar, sus estómagos malolientes.

Desde ahí se ira forjando la respuesta adulta
,
para terminar sin rabia la marcha candente,
en las tierras francas de un pueblo augusto,
que tiene solo dolores, en cada minuto hambriento.

Son las laderas del tiempo que hacen estragos,
son los sinfines del dolor, que se acuestan temprano,
son los faroles que se caen en cada lamento,
eso es lo que despierta la ira de las tardes.

Irán caminando de costado, con la ira punzante,
llegará una esperanza desde una garganta,
llorará la alegría, en su paso por un pan,
en la despensa abierta de la lucha del pueblo.
Magno González Arrascue