miércoles, 18 de febrero de 2009

Sin Nada


SIN NADA.

Voy rompiendo el tiempo incierto,
los minutos, con carga de pesares,
las horas, con su indiferencia que humilla,
los segundos, letras que no se entienden.

Llega la angustia, que se aloja en mis huesos,
la tristeza, silencia mi voz ya cansada,
el dolor, que penumbra las entrañas,
todos son puñales, que se mecen en mi cuello.

Cada mañana, un lucero mira mi llanto,
al medio día, sucumben mis esperanzas,
el ocaso, usufructúa mi desdicha y arrastra mis sombras,
en la noche, el lodo cubre mi desnudez.

Solo tus labios, jurarán en mis heridas,
en la locura de tener tu amor sincero,
que será, un rosario de ave marías,
donde hinquemos el dolor, hecho religión.
Magno González Arrascue

sábado, 14 de febrero de 2009

Este Domingo


ESTE DOMINGO

Buscando el sentido, de este domingo,
me encuentro diciendo, que ya estoy solo,
se fueron los días, los meses, los años,
ya mi distancia, se acorta en letras.

Mirando mis manos, quizás ya cansadas,
mis pasos pausados, de caminos hartos
mirando el espejo, mi cara surcada,
mis ojos marrones, te miran hermosa.

Será tu dulzura, que me da más años,
que acumulaste con mucho cariño,
en cada recuerdo que viene contigo,
a buscar mi alma, que te espera siempre.

Llenarás mis domingos, también mis semanas,
porque ya llegaste, con tu alegría abierta,
a colmar mi vida, con suspiros cerca,
hasta mi mundo, contigo por siempre.

Me das tu vida, en sincera calma,
allá en tu mente que despeja lejos,
en las madrugas de muchos silencios,
donde se acuestan las esperanzas siempre.

Llegará el día que abracemos una melodía,
que camina de lejos, hasta nuestros silencios,
en la espera, de vernos con una sonrisa,
que colme la mente, también nuestra alma.

Será el domingo, un feriado eterno,
donde alojemos, nuestros sentimientos,
hasta que la dicha sea cotidiana,
en los corazones que estamos uniendo.

Magno González Arrascue.

martes, 10 de febrero de 2009

Los Dos


LOS DOS.

Serás distancia en cada hora,
serás silencio en mis razones,
en las orillas amplias de tu risa,
cobijaré mi sonrisa, en tu viento.

Allá recibirás, cada primavera
con flores silvestres y de mi jardín,
que aquí sembré, para tus manos,
en el campo piel de tu geografía,

Llegaré un día, quizás en verano,
con mis manos llenas de amor,
a entregarte abrazos de pasión,
en tu pecho grande, de jazmín.

O vendrás juntando caminos,
a ofrecerme tus sonrisas,
en mis ojos marrones café,
donde miraras tu alma, junto a la mía.

Magno González Arrascue.