miércoles, 29 de abril de 2009

Camino triste


CAMINO TRISTE.

Quizás una rosa cruce furiosa,
al alcance de algún silencio,
ese que raudo deja el camino,
y la tristeza aulle su soledad.

Mas allá se cocina, un beso casi ya muerto,
con madera verde, que cuece un amor,
en la silueta larga de tu pensamiento,
que abre una herida, en cada tristeza.

El silencio es duro, sin una sonrisa,
se hace impío, desde la distancia,
enciende un beso, pero no llega,
porque el silencio, es muro eterno.

El camino es largo en el final,
llegar cansado sin poder mirar,
la tristeza honda de esta eternidad,
que lacera el alma sin cesar.

El camino se unió a mi tristeza,
no poder dar pasos, sin caer muchas gotas,
todo es nada, ya en mis ojos,
se acabo el tiempo en su silencio.

Magno González Arrascue.

viernes, 17 de abril de 2009

Amarnos por siempre


AMARNOS POR SIEMPRE.

Casi devorando el tiempo y en silencio,
llego al lago abundante de tus besos,
a las lianas frescas que aprietan nuestro abrazo,
en las faldas sinceras de la vida.

Brotó tu carcajada, como trueno en mis labios,
tu sonrisa, como agua de fuente iluminada,
tu mirada, encendió mi alma a colores,
eras tú, en la inmensidad de mis emociones.

Te quiero, como quiere, la tierra a la lluvia,
te amo, como el jilguero, ama su trino,
te deseo, como mi sed a tu fuente,
era tu mano, que apretada a la mía, se hizo la vida.

Llega la distancia sin fronteras activas,
separas mi voz, de tu voz cada día,
es tu dolor, que mancilla nuestro amor,
y los días acaban, nuestros suspiros cada día.

La esperanza asoma, como luz en tus ojos;
se hace la vida, como abrazos hambrientos,
la alegría cunde, en nuestras almas cerquitas,
y yo danzo en un beso, al sentir siendo el tuyo.

Ahora acerca tu nombre, a mi nombre
como antes, que la risa envolvía nuestras almas.
quiero el costado, de tu vida conmigo,
andaremos, cruzando los dedos muy fuerte,
porque llego la hora, de amarnos para siempre.

Magno González Arrascue

domingo, 5 de abril de 2009

El tiempo se me va


EL TIEMPO SE ME VA.

El tiempo se me va,
con mi mano que desnuda tus cabellos,
con mis labios que atormentan tus caderas,
con el vino que aumenta tus deseos,
como el zarcillo que se pega en tus polleras.

El tiempo se me va,
hasta la orilla del desgano,
se me va, como el dado que se pierde en mi bolsillo,
se me va, como la gota que se pierde en el abono,
se me va, con tu nombre a engordar el universo.

El tiempo se me va,
en la tormenta que destruye cada sueño,
en la tristeza que cala en mis sentidos,
en la orfandad de mi alma que habla con la luna,
también, con el tiesto vacío de mis cereales.

El tiempo se me va,
como luces que ya parpadean,
como truenos que alargan algún tormento,
como pisadas que trotan alguna desgracia,
también como la lucha interminable de este mundo.

Magno González Arrascue.